Pronunciamiento sobre la crisis que enfrenta el Perú
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La asociación Psicólogos Contigo reúne a un conjunto de instituciones psicoanalíticas que tienen como objetivo aportar a la salud mental en el Perú.
A la crisis política, social y sanitaria, se ha sumado en las últimas semanas, una catástrofe ambiental que tendrá consecuencias por varios años. El derrame de petróleo de la empresa Repsol no sólo ha afectado el ecosistema, sino a la comunidad de pescadores, sus familias y vecinos y pone en evidencia, una vez más, la irresponsabilidad y descuido de la empresa, la vulnerabilidad del Estado al hacer cumplir los protocolos y el Plan de Contingencia, la deficiencia en los controles, la falta de previsión y la deficiente capacidad de respuesta ante situaciones de este tipo.
Esta situación, ocurrida frente a las costas de Lima, se da con mucha frecuencia, aunque en menor magnitud, desde hace muchos años en los ríos de la Amazonía, contaminando el agua de los ríos, afectando a los pobladores y animales y generando un impacto que desestabiliza sus vidas y que afecta su salud mental. La desoladora imagen de un pingüino cubierto de petróleo tambaleándose, es una metáfora de lo que estamos viviendo como sociedad. La profunda crisis de gobernabilidad y la debilidad institucional de todos los poderes del estado, viene generando sensaciones y manifestaciones de decepción, hartazgo, desilusión, incertidumbre que tienen un impacto en la vida de las personas afectando su estabilidad emocional.
Los sentimientos de impotencia, desconfianza y desesperanza reflejan la sensación de no encontrar salida, restringiendo la capacidad de pensar e imaginar posibles soluciones. Es doloroso saber que en los últimos dos años el Perú ha tenido la tasa más alta de orfandad por el Coronavirus (100,000 huérfanos) lo que demuestra falta de previsión, poca capacidad de gestión del estado y negligencia como una forma de maltrato. Ante la violencia de la negligencia, la incompetencia y la corrupción, consideramos necesario convocar a las diferentes instituciones civiles para hacer sentir la voz de la ciudadanía, denunciando, vigilando y priorizando el bien común.
Es necesario que las diferentes posiciones puedan expresarse con tolerancia, en la búsqueda de soluciones reales que son más estructurales que coyunturales, y que requieren de la participación complementaria de los diferentes sectores y modos de sentir y pensar los graves problemas que enfrentamos en nuestra vida colectiva.